martes, 18 de noviembre de 2014

Portafolio: ventajas e inconvenientes de su uso en el aula.


A lo largo de estos últimos post hemos venido comentando cuál es el uso y funcionamiento básico del portafolio educativo.

Si damos un paso más allá, aplicando las nuevas tecnologías a esta herramienta/metodología, nos aparece el denominado e-Portfolio o portfolio electrónico. Concretamente, este es el objeto del último proyecto que nos hemos propuesto impulsar y llevar a cabo desde el departamento de informática de nuestro Centro.

Como tal, se ha elaborado y planificado todo un proceso de implantación de lo que será la plataforma digital que soportará el portafolio y los recursos tecnológicos que se requerirán. Todo ello, como informáticos, nos ha resultado relativamente fácil de planear y plasmar dentro del documento a presentar.

Sin embargo, la parte más compleja ha sido el argumentar que iba a suponer como nueva herramienta dentro del Centro, con el objetivo final de hacerla extensiva a todos los Ciclos Formativos que en el se imparten.

Obviamente, se llegó a establecer una relación de ventajas, todas con un carácter muy similar y vinculadas, fundamentalmente, a la aplicación y uso de las nuevas tecnologías. Este aspecto, como no, es de especial atractivo para el alumnado, pertenezca al Ciclo Formativo de la familia que sea, resulta un elemento claramente seductor y, además, fácilmente asimilable por la gente joven.

Centramos también como aspecto motivador el lado autoevaluativo del portfolio. Es decir, el como es el propio alumno quién puede ser el que compruebe su progreso, su evolución, a través del análisis y del examen de las distintas evidencias que ha ido aportando a lo largo del curso sobre su portafolio personal. Esto proporciona un nivel de satisfacción considerable y puede considerarse como un elemento positivo en el momento de proponer el uso del portafolio al alumno.

También hemos tenido que sopesar las posibles desventajas e inconvenientes que, de nuevo, se focalizan sobre el aspecto tecnológico. Dicho de otra forma, la introducción de herramientas de carácter tecnológico supone una barrera inicial, de mayor o menor calado, para aquellos docentes que no están familiarizados con un uso habitual de las mismas. Esto, además, se agrava normalmente con la mayor edad de los docentes (a mayor edad, mayor reticencia a las NN.TT.)

Otro factor importante, también en el ámbito correspondiente al docente, es el tratamiento correcto de esta metodología; es decir, llevar a cabo un correcto desarrollo de un portfolio requiere un trabajo largo y árduo, para conseguir un portafolio coherente, con objetivos alcanzables y claros y con los criterios, puntuaciones y sistemas de evaluación bien confeccionados. O sea, requiere un gran esfuerzo que, en determinadas ocasiones, puede generar cierta reticencia hacia su uso.

En conclusión, resulta evidente que la puesta en marcha y aplicación práctica de un portafolio no es tarea fácil. Requiere mucho empeño y tesón y, sobre todo, tiempo hasta que conseguir buenos resultados. A pesar de ello, personalmente creo que merece la pena y, sobre todo, resulta como poco una experiencia interesante que promete no dejar indiferente a nadie.

La perspectiva del alumno dentro del portafolio.


Como no puede ser de otra forma, en esta herramienta/metodología que nos hallamos analizando tenemos un elemento centralizador: el alumno. Este es el responsable último de la consecución y desarrollo del objetivo final al que se enfoca todo portafolio. Él, y solo él, consigue con las aportaciones de las distintas evidencias, de carácter totalmente personal e individual, mostrar la evolución y el desarrollo del conocimiento vinculado a un tema, a una asignatura.

En mi ámbito profesional educativo, concretamente la formación profesional, los objetivos a alcanzar nos vienen muy bien marcados e incluso disponen de un nombre propio: las competencias.

Me queda, por tanto, meridianamente claro como se debe enfocar el portafolios, al menos, en mi entorno profesional más cercano. Si a ello añadimos que el Ciclo Formativo al que pertenezco es el de Sistemas Microinformáticos y Redes, el panorama queda todavía más diáfano.

Un primer acercamiento, sin llegar a profundizar mucho más, me sugiere tomar como objeto final, y logro indudable del uso y aplicación del portfolio en los módulos de mi Ciclo Formativo, precisamente la consecución demostrable de esas competencias. Evidentemente, dichas competencias son, mayoritariamente, de un carácter práctico.

La elaboración y recolección de evidencias pasa por, en este caso, colocar al alumno frente a problemas lo más reales posible, espoleándole para que investigue, desarrolle, aplique y amplíe todo aquello que ha oído, visto y palpado en el aula. A ser posible, que sea capaz de reproducirlo (montar un equipo informático, instalar Sistemas Operativos, gestionar una red, manipular aplicaciones de carácter ofimático, gráfico,...) fuera del aula, en entornos menos utópicos y más reales, afrontando posibles problemas no detectados previamente,... Todo ello, y gracias a los recursos tecnológicos multimedia al alcance de cualquiera, se transformará en la colección de evidencias que deben formar parte de su portafolio, en soportes de carácter más visual (videos, presentaciones,...). Incluso las propias evidencias son, intrínsecamente, evidencias en sí mismas, que nos aportan también información valiosa acerca de como maneja el soporte presentado el propio alumno y, por tanto, cual es su nivel de conocimiento al respecto.

En conclusión, creo que esta metodología bien aplicada puede aumentar y potenciar el desarrollo de las competencias que se solicitan como objetivo final de todo Ciclo Formativo ya que, a mi particular modo de ver, actualmente solo se dispone de la parte relativa a la Formación en Centros de Trabajo como reflejo claro sobre si realmente se ha logrado la consecución de las mismas por parte del alumno.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Portafolio Europeo de las Lenguas (PEL)



Toca ahora realizar un análisis del PEL, siguiendo la pauta de análisis que nos ofrecen desde el curso del INTEF.

1. ¿Qué aspectos de los que has estudiado en esta primera parte cumple el PEL?
Básicamente, y siguiendo las líneas más generales, se trata de un trabajo expositivo de carácter totalmente personal e individual, pero en este caso el objetivo de este portafolio es valorar y evaluar el conocimiento de las lenguas y, por extensión, de las culturas relacionadas con las mismas.
2. ¿Detectas algunas diferencias o aspectos idiosincrásicos en relación a otros e-portafolios?
Respecto a este apartado, este porfolio abarca un ámbito de aplicación muy amplio, a nivel internacional, a nivel comunitario, con lo que queda fuera de los entornos considerados “normales” de aplicación. También parece orientarse a cualquier tipo de individuo objetivo, es decir, cualquier persona, al menos inicialmente, puede verse como potencial objeto de aplicación de este porfolio.

3. ¿Qué partes del PEL podrías adaptar a tus clases? Explica cómo.
En particular, dado el carácter orientado a la evaluación de las lenguas, no podría realizar una adaptación directa. Posiblemente debería adecuar determinados aspectos valorativos, como partes vinculadas a la expresión oral y/o escrita en la redacción y exposición de proyectos o trabajos sobre temas a investigar. Es decir, debería adecuarse los apartados de las rúbricas utilizadas y establecer las características pertinentes que permitiesen la correcta evaluación de dichos aspectos.

4. ¿Para qué niveles educativos ves más adecuado el PEL?
En principio, el PEL contempla un espectro de edades y rangos muy extenso, tipificados y adaptados a los distintos niveles educativos actualmente establecidos en nuestro sistema educativo. Cabe destacar que no parece reflejar ningún límite de edad para el cual no pueda aplicarse, en uno u otro modo.

5. Idea una parte complementaria añadida a las tres ya existentes (Pasaporte de Lenguas, Biografía y Dossier) que aproveche las potencialidades de la tecnología. Comenta en detalle tu contribución.

Particularmente, creo que se podría establecer algún tipo de anexo usando herramientas de presentación más “personalizables”, al estilo about.me, aunque también existen otras muy variadas aplicaciones de carácter multimedia e interactivo que aportan más dinamismo a este tipo de información.

Portafolio educativo



Retomando de nuevo este blog de opinión y reflexiones de carácter profesional-educativo, añado este post para comentar una metodología didáctica que pretendo desarrollar en breve: el portafolio educativo.

Si realizamos una primera aproximación, a nivel puramente semántico, podemos asociar un portafolio a lo que más rápidamente nos viene a la mente: una carpeta, una maleta o algún tipo de elemento similar capaz de contener y transportar algún tipo de documento en su interior.

Partiendo de esta idea básica y generalizada, la intentamos trasladar al entorno educativo. Para ello nos situamos ahora en lo que denominamos portafolio educativo.

¿Cuál es el objetivo del portafolio educativo?

Si tomamos la definición que aporta wikipedia al respecto, nos encontramos con la siguiente descripción:
"Selección deliberada de los trabajos de un alumno que en cierta forma nos cuenta la historia de sus esfuerzos, su progreso, y sus logros."

Analizando esto y yendo a algo más "cercano" podemos decir que es una nueva manera de contemplar el avance y la progresión de un alumno en relación a una determinada materia. Para ello se realiza una labor prolongada a lo largo de todo el curso, aportando todo un conjunto de documentos e información multimedia (videos, grabaciones de audio, imágenes,...) y utilizando medios tanto en archivos portables como en ámbito web.

Esta "recolección" de información debe reflejar como el conocimiento, habilidades, competencias y todo aquello que se necesite evaluar se va consiguiendo. Dicho de otra forma, conseguir ver como el alumno no tan solo es capaz de realizar las tareas encomendadas sino que también debe ser capaz de reflexionar sobre lo ya realizado y tomar acciones consecuentes para poder elaborar soluciones más complejas.

Esto deberá permitir al alumno el seguir avanzando en su conocimiento de la materia.

En definitiva, aunque no parece existir un objetivo más allá de la transformación de esta herramienta evaluatoria algo más compleja, si se deja entrever como un sistema que tiene gran potencial si se combina con los actuales recursos multimedia interactivos. Estos últimos son también un gran estimulo para el alumno y, por tanto, facilitadores en la realización de las tareas que podemos vincular a nuestro portafolio. Es decir, aunque pueda parecer un mero instrumento de evaluación, su potencial evidencia una nueva forma de estructurar las actividades y la forma de interacción entre el docente y el alumno.

Elaboración de evidencias

Como ya se ha comentado, el alumno debe realizar una interacción con el portafolio a través del aporte de las denominadas "evidencias". Dichas evidencias se "transforman" en todo un rosario de tareas a realizar que implicarán la entrega y/o demostración de que se ha logrado entender, interiorizar y llevar a cabo un objetivo determinado.
La resolución y aporte de una evidencia deberá, por tanto, ser la consecuencia directa de un proceso claro de investigación, reflexión y aporte de conclusiones que desembocará en el correcto desarrollo de cada evidencia y de su posterior entrega y/o exposición.

Resumiendo, el portafolio y, en consecuencia, la elaboración de incidencias lleva parejo un trabajo de maduración conceptual para cada una de las materias y de los distintos elementos que las componen por parte del alumno.

En lo que al docente se refiere, este debe ser muy consciente de la correcta preparación y del progreso que debe llevarse a lo largo del curso en cada asignatura y con todos los conceptos que se desea valorar y conseguir.